Los aportes de los inmigrantes a Estados Unidos ha sido uno de los recursos más transcendentales para el éxito del país. A través de sus grandes contribuciones han dejado una marca indeleble en el carácter estadounidense. Más aun, sus capacidades de desarrollar soluciones creativas, su tenacidad y su criterio amplio, han enriquecido la cultura americana y en ocasiones, la han definido.

Alexander Hamilton, quien fue el primer Secretario de la Tesorería de Estados Unidos, nació el 11 de enero de 1755 en la isla de Nevis en las Antillas Británicas. Además de ser reconocido como uno de los fundadores de los sistemas bancarios y financieros de Estados Unidos, también es reconocido como uno de los fundadores de la constitución norteamericana. Escribió cincuenta y uno de los ochenta y cinco, “Documentos federalistas,” que fueron una serie de artículos publicados entre octubre de 1787 a agosto de 1788. En estos artículos Hamilton, junto con James Madison y John Jay, defendieron la ratificación de la constitución norteamericana por parte de los estados.

Quizás una de las ideas más impactantes para el desarrollo del gobierno norteamericano fue, que a través de un gobierno federal, los estados podrán mejor disfrutar su libertad y prosperidad. Esta propuesta lleva la implicación también que el gobierno federal defenderá los derechos de cada ciudadano sin importar el estado en el cual vivan. Este principio fue desarrollado por Hamilton, entre otros, y ha llevado a la protección de los derechos fundamentales como la protección igualitaria de todo ciudadano norteamericano bajo la ley. Sin este respaldo federal, cada estadounidense estuviera en peligro de perder sus derechos cívicos dependiendo en el estado en el que viva. Sin los aportes de Hamilton, la protección jurídica de los derechos cívicos quizá no sería uno de los cimientos de la cultura estadounidense.

Desde la época de Hamilton, una prensa libre ocupaba una posición importante en la cultura americana. Uno de las personas que desarrollo la prensa norteamericana fue Joseph Pulitzer, quien nació el 10 de abril de 1847 en Makó, Hungría. La familia de Pulitzer tuvo que inmigrar a los Estados Unidos después de que el padre murió y sus negocios cayeron en bancarrota. Después de ser soldado en el ejército del norte en la guerra civil norteamericana, Pulitzer pasó muchas dificultades al terminar la guerra como dormir en carretas abandonadas y callejones. A pesar de esto, Pulitzer llego a ser dueño del diario, New York World. Aunque aquel diario adquirió fama de ser amarillista, también se destacó en publicar artículos en contra de la corrupción. Quizá el legado más importante de Pulitzer es el establecimiento del Premio Pulitzer, que es otorgado a poetas, guionistas, periodistas y músicos por su excelencia y aporte a la cultura norteamericana.

Hoy en día, el Premio Pulitzer ocupa un lugar prestigioso en los Estados Unidos y el mundo. Mucho de los artistas más reconocidos no hubieran tenido el mismo reconocimiento sin los esfuerzos de aquel inmigrante húngaro. Así como Pulitzer, los aportes de Serge Brin han dejado un impacto indeleble en no solamente Estados Unidos sino en el mundo.

Brin nació el 21 de agosto en Moscú y junto con su familia inmigró a los Estados Unidos a los seis años para buscar una mejor vida. Acudió la Universidad de Maryland y posteriormente fue aceptado en Stanford para hacer un doctorado en informática. Fue ahí donde conoció a Larry Page y juntos crearon y desarrollaron el buscador Google. Gracias a su ingenio y destreza, Page y Brin le han dado al mundo uno de los rastreadores más usado a nivel global.

Estados Unidos ha sido enriquecido con una fuente de recursos que pocos países han tenido: una población grande de inmigrantes. Inmigrantes como Hamilton desarrollaron un gobierno que trabaja para el pueblo y no para sus gobernantes. Los aportes de Pulitzer ayudaron a desarrollar la tradición y el deber de la prensa para revelar corrupción en el gobierno. Finalmente, los aportes de los inmigrantes como Brin, no solamente enriquecen a Estados Unidos, sino a todo el mundo. Es por esto que los aportes por parte de los inmigrantes han dejado una huella grande en la cultura de los Estados Unidos.